La virtualización de servidores juega un papel esencial en ámbitos como la administración de sistemas o la seguridad informática. Os proponemos tres formas eficaces de virtualización de servidores que se han de tener en cuenta.

Principales formas de virtualizar servidores

Los administradores de sistemas encontrarán en la virtualización de los servidores una herramienta idónea para separar unos servicios de otros y ganar en mayor seguridad. De esta forma, si un hacker com promete o daña alguno de estos estos servicios, no podrá tener acceso a la totalidad del sistema. Si lo miramos desde una perspectiva de hacking ético, este tipo de recursos nos darán la posibilidad de crear entornos virtuales para poder hacer nuestras pruebas.

Una de las ventajas complementarias que no se ha de pasar por alto con respecto a la virtualización de los propios servidores es que si tu empresa pretende probar un sistema operativo antes de decidir si es más conveniente instalarlo en el disco duro modificando todo el sistema de arranque, has de saber que con este tipo de acciones se podrá incorporar sin la necesidad de hacer cambio alguno en tu equipo informático.

¿De qué forma se puede realizar la virtualización de servidores?

La virtualización de los servidores puede llevarse a cabo de tres formas diferentes. Por un lado, podemos destacar la llamada virtualización completa llevada a cabo a partir de un software especial denominado hipervisor. Este último interactúa con la propia CPU del servidor físico y el espacio en el propio disco. Se podría decir que este elemento sirve como una plataforma para los sistemas operativos o servidores virtuales, ofreciéndoles una mayor independencia y autonomía con respecto a otros servidores virtuales que se ejecutan en la máquina física.

¿De qué forma se puede realizar la virtualización de servidores?

Conviene recordar que cada servidor tiene su propio sistema operativo. Se podría decir que el hipervisor controla los servidores físicos y los distribuye entre los virtuales. Junto a todo esto, se debe tener en cuenta que el hipervisor precisa del procesamiento de datos, lo que quiere decir que parte de la potencia de cálculo de un servidor físico debe reservarse para ello.

En lo referente a la paravirtualización, se ha de considerar que se aplica un enfoque totalmente diferente, dado que los servidores sí tienen en cuenta la gestión de los sistemas operativos invitados, los cuales no precisan de grandes recursos computacionales, puesto que cada sistema operativo recibe información sobre las necesidades de otros sistemas operativos que han sido alojados en el mismo servidor físico.

Si nos centramos en la virtualización a nivel de sistema operativo, por lo general no se hace uso de un hipervisor. Por lo general realiza todas las funciones que habitualmente emprende este recurso en la virtualización completa. Uno de los mayores obstáculos que podemos encontrar en esta modalidad es que los servidores de los huéspedes deben ejecutarse en el mismo sistema operativo. Precisamente, por esta clase de funciones, este tipo de alternativas son también conocidas como homogéneas.

Dependiendo de las necesidades de cada administrador, se podrá optar por una modalidad u otra. En el caso, por ejemplo, de que todos los servidores físicos estén trabajando con el mismo sistema operativo, la virtualización conocida como homogénea puede ser una gran alternativa. No obstante, si el administrador es el que utiliza diferentes sistemas operativos, lo mejor sería decantarse por la paravirtualización.

Formas de virtualizar servidores

Todas estas formas para virtualizar los servidores aportarán a tu empresa las ventajas potenciales que necesitaba para reforzar su seguridad y protegerse frente a errores de hardware. En SIMAD acercamos soluciones de virtualización, no solo para servidores, sino también para aplicaciones.