Gestionar la red corporativa y salvaguardar la información son algunas de las funciones básicas que nos aporta un servidor a nuestra empresa, de forma que cuando queda obsoleto se ha de plantear la adquisición de uno nuevo. En este caso, nos centramos en las ventajas que la adecuada configuración y suministro de hardware puede aportar a tu negocio.
La máxima seguridad en nuestros equipos informáticos se alcanza redundando todos y cada uno de sus componentes, lo que hará que la disponibilidad del servicio sea más elevada. Junto a esto último, otras funciones a tener en cuenta para nuestros servidores son la velocidad del proceso y accesibilidad a los datos, la suficiente capacidad de almacenamiento, así como las posibilidades de ampliar dicha capacidad en un futuro, especialmente si tenemos en consideración que hoy en día los gigabytes de correos, software y documentos experimenta un crecimiento considerable.
Configuración y suministro de Hardware para los servidores
Centrando nuestra atención en el hardware, los sistemas redundantes más habituales son, por ejemplo, la alimentación, ventiladores, red y procesador, así como los discos duros configurados en raid. En ellos se repiten los datos de carácter más crítico, que se pretende asegurar frente a los posibles fallos surgidos por su uso continuado.
En aras de respaldar todos nuestros datos, lo más conveniente es disponer de un sistema de copia de seguridad, pudiendo utilizar desde un disco duro con conexión USB o Ethernet hasta las cintas convencionales Lto de 100 o 200 Gb o, incluso, las Dat de 72 Gb.
Para el suministro de hardware, configuración y montaje de servidores, lo mejor es contar con una empresa especializada en el ámbito del mantenimiento informático, que pueda ofrecer un servicio de calidad a la compañía.
En el caso de la configuración del hardware se deben de tener en cuenta tres factores fundamentales para que esta operación se lleve a cabo de la forma correcta. Entre otras cosas, la capacidad de procesamiento que requiere la implementación, el rendimiento de entrega necesario y el lugar en el que se está implementando la instancia.
La amplia mayoría de aplicaciones grandes o medianas se benefician de las configuraciones de varios servidores. En el caso de que tales aplicaciones sean especialmente grandes, cabe la posibilidad de distribuirlas en varios servidores. Aquellas que requieran de una disponibilidad muy elevada siempre pueden utilizar el clúster de conmutación por error.
Por medio del concepto configuración hacemos referencia al conjunto de datos que determinan el valor de algunas de las variables de un programa determinado. Tales opciones son cargadas desde un principio y en algunos casos se deberá reiniciar para ver los cambios, dado que el programa no podrá modificarlos mientras se está ejecutando.
Por ejemplo, para el caso de empresas que no pueden hacer grandes inversiones, se puede optar por un tipo de configuración básica de hardware a partir, por ejemplo, de un procesador de 4 núcleos Intel Xeon X3430, 4 GB de memoria RAM y dos discos duros de 500 GB. Junto a todos estos elementos, la configuración básica de hardware, que no tiene la redundancia de algunos componentes como pueda ser la tarjeta de red o la fuente de alimentación, será de utilidad para tener continuidad ante cualquier problema que pueda surgir en nuestro negocio.
En cualquier caso, a la hora de optar por un hardware potente y fiable para el servidor has de buscar un equilibrio entre las necesidades de tu negocio y su capacidad de inversión.
En SIMAD suministramos todo tipo de hardware para empresas. Gracias a las alianzas con nuestros proveedores ofrecemos precios competitivos, otros más especiales por volumen, configuración y montaje de servidores y almacenamiento, así como técnicos cualificados en diferentes fabricantes. Para cualquier consulta, llámanos y te informaremos al respecto.