La gran cantidad de ventajas que ofrece la virtualización, ha logrado que cada vez sean más las empresas que apuestan por incorporar la misma a su estructura de trabajo. En este artículo, vamos a ver unas cuantas de esas ventajas y así poder entender de primera mano, las razones por las cuales la virtualización de Vmware resulta tan interesante en el negocio.
Virtualización con Vmware
Entre las ventajas que tiene la virtualización con Vmware están:
Ahorro en costes
Una de las ventajas que más motiva la incorporación de la virtualización, es el ahorro en costes que esta supone. Gracias a la virtualización, podemos ahorrar en equipos de escritorio, almacenamiento y redes. Además de conseguir este ahorro, se aumentará la eficiencia en el trabajo, dado que estaremos trabajando en servidores de última generación, eliminando por lo tanto la necesidad de tener constantemente actualizados los nuestros.
Mayor seguridad en el entorno laboral
Gracias a la virtualización, nuestro entorno será mucho más seguro, debido a que podemos llevar a cabo un backup de todos los datos de nuestra empresa en cuestión de minutos. De esta forma, si se nos corrompen los datos, nos los secuestran o simplemente se nos pierden o borran accidentalmente, podremos recuperarlos con una gran celeridad, a diferencia de si la operación la llevamos a cabo en un entorno físico.
Optimización del trabajo
Con la virtualización, ya no tenemos que depender de una gran cantidad de máquinas para trabajar. Además del ahorro en la compra de estas como hemos visto anteriormente, obtenemos un significativo ahorro de energía y también tendremos menos problemas a la hora de disipar el calor producido por estas, un aspecto, para nada desdeñable.
Flexibilidad
Por último, trabajar en un entorno virtual, nos permite ser mucho más flexibles. Esto es debido a que podemos crear una gran cantidad de máquinas virtuales, con las características que necesitemos. En este caso, nuestra única limitación será el hardware de nuestro servidor.
Por lo demás, podremos modificar los recursos de los que dispongamos en las diferentes máquinas, pudiendo hacer, por ejemplo, un aumento de la memoria RAM a la máquina que queramos, sin tener la necesidad de apagar dicha máquina previamente.