Cuando una empresa quiere tener una presencia sólida online, necesita emplear unos recursos adecuados para garantizar que su servicio se da de manera correcta. Esto conlleva la necesidad de tener un servidor propio en el que alojar el sitio web de la compañía.

La importancia de tener administración en los servidores

Los hostings compartidos, son el paso inicial para aquellas PYMES que quieren empezar a ganar visibilidad en la red. Pero esto trae consigo varios problemas, en cuanto la empresa comienza a crecer, el espacio de un hosting compartido se queda pequeño al tiempo que, si el número de visitas es elevado, éste nivel de hosting se quedará demasiado escaso y el tiempo de carga de la página web se alargará. Lo que implica el abandono de la web de una parte importante de los potenciales clientes interesados en la información del sitio de la empresa.

Precisamente estos motivos, junto a una mayor capacidad de administración y personalización de los servicios contratados, las empresas deciden contratar un servidor propio.

Tipos de servidores: Administrados vs No administrados

A la hora de contratar los servidores de una empresa, se plantean dos alternativas; servidores administrados y no administrados. ¿Pero cuáles son las diferencias entre ambos?

Si bien ambas son alternativas válidas y funcionales, se necesita un nivel distinto de preparación para trabajar con cada uno de estos servidores. Un apartado obligatorio que cubrir es la seguridad. Los servidores necesitan estar permanentemente actualizados para garantizar la protección de los datos de la compañía y el funcionamiento correcto de todo el software usado.

Esto hace que sea necesaria una vigilancia diaria que garantice que el servidor se encuentra siempre plenamente protegido ante cualquier ataque que pueda recibir.

La presencia de los ataques en potencia que pueda recibir un servidor, hace necesario tener una persona encargada de administrar estos sistemas para su correcto funcionamiento. Este trabajo constante de protección vuelve al sistema cada vez más robusto y dificulta los posibles ataques que pueda recibir. A esto se le conoce como fortalecimiento del servidor.

De la misma manera, un servidor no administrado necesita ser “limpiado” periódicamente y supervisado frecuentemente por una persona con conocimientos apropiados para que la carga de la CPU del servidor no se sobrecargue, algo que puede suceder en caso de tener un pico de visitas inesperado.

Así pues, si una empresa desea tener un servidor no administrado, tiene que contar en su empresa con un trabajador especialista en este tipo de tareas. Lo que supone un coste muy elevado a largo plazo y que es fácilmente evitable con el uso de un servidor administrado que garantiza todo lo anterior y permite tener copias de seguridad de la web en distintos momentos para poder restaurarlas si fuese necesario.